lunes, 22 de octubre de 2007

Cine: Aurora Borealis


Anoche (muy de trasnoche) ví Aurora Borealis y me pasaron dos cosas:

1 (maravillosa): Me enamoré (un poco, muy tiernamente) del protagonista. O sea, tenía unos porotos a favor, ya que la peli la había comprado porque estaba Joshua Jackson (Pacey para los amigos); pero al margen de los ojitos, la naricita y los adorables cachetitos, lo que me mató fue el personaje. Ganas de cuidar un poco, como siempre.

2 (horrible): Lloré. Pero como una perra. No es que se me piantó un lagrimón, lloré con gemidos y ahogándome y ojos hinchados y un paquete de carilinas. Un asco. Ya no puedo mirar ni una película. Indefectiblemente, en algún momento, me largo a llorar. No me soporto. El viernes a la mañana me puse a llorar leyendo a Cortázar. Ni doy. Parezco una canilla con el cuerito roto.

No hay comentarios: