domingo, 30 de septiembre de 2007

Lecturas: Libro de Manuel, de Julio Cortázar (o de cómo yo quiero alguien que me haga sentir yo misma a cada minuto)


“Una vez más entra en juego el masaje a escala mundial de los mass media. No se oye, no se lee más que Munich, Munich. No hoy lugar en sus canales, en sus columnas, en sus mensajes, para decir, entre tantas otras cosas, Trelew.”

“Porque un puente, aunque se tenga el deseo de tenderlo y toda obra sea un puente hacia algo y desde algo, no es verdaderamente puente mientras los hombres no lo crucen. Un puente es un hombre cruzando un puente, che.”

“…yo no puedo querer de veras a nadie que en algún momento del día o de la noche no se enloquezca de alegría porque en el cine de la esquina dan una de Búster Keaton, algo así.”

“Para mí el entusiasmo tiene que ser una constante y nunca una excepción o una especie de día feriado de los sentimientos.”

“- Como quieras, en todo caso yo buscaré siempre esas mujeres que inventan cada cinco minutos el aeroplano o el submariano, figurativamente hablando, que no pueden ver un par de tijeras y una hoja de papel sin recortar un conejito, que cocinan echando miel en vez de aceite en la sartén para ver qué pasa con las costillas de cerdo, y que en cualquier momento se ponen el rimen en la boca y el rouge en las cejas.
- Mutatis mutandi, vos querés que sean como vos, rimel aparte.
- No que sea como yo, pero que me hagan sentirme yo mismo a cada minuto.
- Las musas, en una palabra.
- No es por egoísmo ni porque ante necesitando palancas para mover el mundo. Solamente que vivir con una mujer pasiva me aplasta poco a poco, me quita las ganas de cambiarle la yerba al mate, de cantar a gritos mientras me baño; hay como una especie de sorda llamada al orden, de cada cosa en su lugar, el canario está triste, la leche no se va al fuego, es siniestro.”

“Pero claro, qué otra cosa es el amor sino reincidencia.”

“Yo también quiero que todo sea de nuevo y diferente y barrilete como vos decís.”

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